Es el fruto seco con más dosis de hierro y vitamina A. Un puñado de pistachos sin cáscara proporciona la misma cantidad de hierro que un solomillo de ternera de 125 gr. sin aportar colesterol añadido. Son ideales en los casos de anemia, pudiendo tomarse como complemento a la ensalada o en el cuscús.
También aportan grasas mono instauradas, lo que les hace ideales para reforzar la función cardíaca, mantener bajo control tanto el colesterol como la hipertensión o los problemas inflamatorios en articulaciones.
El pistacho es rico en fibra por lo que es ideal para fortalecer la flora intestinal, que tan necesario es para nuestra capacidad de defensa.
Es rico en vitamina A, por lo que favorece el crecimiento en los niños y previene las infecciones respiratorias y protege su delicada piel en invierno, al igual que su alto valor energético (160 kcal por unos 30 gr. aprox.) lo hacen un tentempié ideal ya que posee proteínas de gran poder saciante y aporta energía de larga duración.
Asimismo, por el ya mencionado contenido en vitamina A y por su contenido en lutenía (un pigmento amarillo verdoso) hace que el consumo regular de pistachos mejore la visión y reduzca el riesgo de cataratas y de degeneración muscular.
Fuente: Revista Pronto
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